miércoles, 20 de enero de 2010

La Argentina proveerá litio a la empresa Toyota para la fabricación de autos híbridos

InfoBAE – Negocios – 20 de enero de 2010

Una compañía vinculada con Toyota Motor Corp obtuvo el miércoles un acuerdo de suministro de litio en la Argentina, que podría ayudar a la mayor automotriz del mundo a mantener su liderazgo en vehículos híbridos de gasolina y electricidad.

El acuerdo provocó una subida de casi 50 por ciento, a un nivel cercano al máximo histórico, en las acciones de Orocobre Ltd., una firma que cotiza en el mercado australiano, y es la propietaria y operadora del proyecto de litio.

Se prevé que la demanda de litio, un metal muy reactivo y versátil, crezca a medida que las automotrices optan por las baterías de ión de litio, relativamente caras pero más eficientes, para impulsar los vehículos híbridos y eléctricos.

"Cuando se trata de producción masiva de híbridos, el obstáculo principal ha sido la escasez de baterías", dijo Yoshihiko Tabei, analista jefe de Kazaka Securities. "Toyota está dando un paso por su cuenta para asegurarse los materiales que necesita a fin de garantizar una producción estable".

Toyota Tsusho Corp, una casa de comercialización y abastecedor clave de Toyota que está participada en 22 por ciento por la automotriz, dijo que desarrollará en forma conjunta con Orocobre un nuevo proyecto de litio en Argentina.

Las acciones de Orocobre se dispararon a un récord de 2,04 dólares de Australia, con el mayor volumen que hayan registrado. Esta acción casi ha multiplicado por 10 su valor en los últimos 12 meses, y cerró con una ganancia de 32 por ciento a 1,85 dólares de Australia.

Toyota Tsusho subió 6 por ciento, mientras que las acciones de Toyota Motor cerraron con una pérdida de 0,9 por ciento, en línea con las acciones de otras automotrices. Se estima que el proyecto Salar de Olaroz en la Argentina costará entre 80 y 100 millones de dólares.

La cifra final se determinará después de un estudio de factibilidad, dijo el portavoz de Orocobre Paul Ryan, agregando que el estudio debería completarse a fines de septiembre.

"En la medida que la demanda de autos eléctricos buenos para el medio ambiente continúe creciendo, Toyota Motor tendrá la oportunidad de convertirse en un cliente fundamental ", dijo Orocobre en una declaración.

Alrededor del 50 por ciento de las reservas mundiales de litio se encuentran en Bolivia, pero el país aún no extrae el metal. Chile, China y Brasil también tienen grandes reservas.

Lula inaugura la primera generadora eléctrica del mundo movida por etanol

Diario ABC (http://www.abc.es/) – 20-ene-10 [Agencia EFE]

"El mundo desarrollado va a tener que ver con otros ojos al etanol. Pienso que a la hora de asumir el compromiso y cumplir el Protocolo de Kioto, de disminuir las emisiones de gases del efecto invernadero, va a tener que entrar en la cuestión del etanol", manifestó Lula al inaugurar la planta eléctrica.

La planta cuenta con una turbina bicombustible, movida por gas o etanol, que fue desarrollada por la multinacional estadounidense General Electric y la petrolera estatal brasileña Petrobras, con capacidad para generar 43,5 megavatios que atienden a 150.000 personas, un tercio de la población de Juiz de Fora.

La turbina, la primera del tipo "flex fuel" (gas y etanol), fue desarrollada en un proyecto conjunto de las dos compañías durante tres años y la tecnología pretende ser aplicada a otras que en la actualidad son movidas por diesel y generan entre el tres y el seis por ciento mas de gases y gastan mas más agua.

"Por ahora, tratan esto como si fuera una cosa de país de tercer mundo, una cosa solo de Brasil. Pero ahora van a tener que tratar esto con mucho más respeto", señaló Lula.

La conversión de la turbina, que era originalmente movida solo por gas, fue realizada en la fábrica de la GE en Houston, Texas, pero la compañía pretende que en caso de existir demanda para este tipo de conversión la implementación podrá realizarse en la sede brasileña de Petrópolis, Río de Janeiro.

En el proyecto para el desarrollo de la turbina bicombustible, Petrobras invirtió 45 millones de reales (unos 25,3 millones de dólares).

De otro lado, Petrobras y la Marina brasileña firmaron hoy un acuerdo para un proyecto en la Antártica que pretende establecer la reacción de los biocombustibles brasileños en temperaturas frías.

En la investigación, científicos brasileños estudiarán el comportamiento del etanol, alcohol carburante producido en Brasil de caña de azúcar, y del biodiesel, fabricado a partir de mamona, soja, girasol y otras oleaginosas, en temperaturas bajas.

Con los resultados, Brasil pretende producir una línea especial de biocombustibles para comercializar en el mercado europeo y enfrentar el fuerte invierno en esa parte del mundo.

El proyecto, con una previsión de duración de cuatro años, tendrá una financiación de tres millones de reales (unos 1,69 millones de dólares) por parte de Petrobras e incluye una modificación en el sistema de transporte de combustibles en la Antártica, que era realizado por balsas.

viernes, 15 de enero de 2010

El hombre nuclear

PÁGINA 12 | Suplemento CASH | Domingo, 3 de enero de 2010

Por Fernando Krakowiak - fkrakowiak@pagina12.com.ar

Héctor Otheguy es desde hace dieciocho años gerente general de Invap, una empresa estatal rionegrina especializada en el desarrollo nuclear y aeroespacial. En los últimos años, esta firma se destacó por haber exportado reactores a Perú, Egipto, Australia y Argelia, algo inusual para un país acostumbrado a vender carne y cereales. Además, está fabricando radares y satélites. De este modo, refuta con hechos a quienes califican al Estado de ineficiente y promueven un recorte permanente de sus funciones. En diálogo con Página/12, Otheguy reivindicó la creciente inversión pública en ciencia y tecnología y la decisión oficial de apostar por la energía nuclear, sobreponiéndose a los temores que genera en la población. Además, confirmó que ya está en marcha el proyecto para crear el primer reactor nuclear con tecnología nacional para producir energía eléctrica.

¿Qué ventajas supone la incorporación de la energía nuclear a la matriz energética?

–Por un lado, contribuye a una mayor diversificación para que el país no esté sujeto a las fluctuaciones de una sola fuente de energía. Otra ventaja es que no genera gases de efecto invernadero, porque hoy uno de los principales dramas de la humanidad es el calentamiento global. Un tercer punto a destacar es que la potencia máxima de una central nuclear es aportada en forma constante durante todo el año. Además, económicamente es competitiva en comparación con otras fuentes.

Es competitiva porque subió mucho el precio del petróleo.

–La suba del precio de los hidrocarburos mejoró la competitividad de la energía nuclear, pero incluso con los valores actuales, que son más bajos que los registrados hace algunos meses, sigue siendo competitiva y nadie cree que el petróleo vaya a seguir bajando. Además, la energía nuclear supone una inversión inicial alta, pero los costos de combustible, operación y mantenimiento son bajos y permanecen bastante constantes porque la incidencia del precio del uranio en el costo final es baja.

¿Es la mejor opción a mediano y largo plazo para enfrentar el crecimiento de la demanda de energía eléctrica?

–Debe ocupar un lugar importante, pero no es la única solución. Las energías renovables también cumplen un rol. Acaba de cerrarse una licitación para generar más de 1000 megavatios de origen renovable y la mitad de ellos serán eólicos. La energía solar también está comenzando a ser más competitiva. Pero no son energías para ser consideradas de base. La energía nuclear va a ocupar un lugar central por la experiencia acumulada que tiene el país.

¿Qué porcentaje de la demanda interna abastece actualmente la energía nuclear?

–En la actualidad está alrededor del 7 por ciento y cuando entre a funcionar Atucha II se va a superar el 10 por ciento. A nivel mundial, su participación promedio está cerca del 20 por ciento. En Estados Unidos, el país que tiene más centrales nucleares del mundo, llega al 20 por ciento, y en Francia al 80 por ciento, pero otros países no tienen nada.

El Gobierno aseguró que una vez que se concluya Atucha II se comenzará a construir Atucha III y el reactor nuclear Carem, el primero con tecnología nacional para producir energía eléctrica.

–Argentina es un país nuclear, domina la tecnología y la idea es que no sólo se la use para consumo interno, sino también para exportar. Por eso se tomó la decisión estratégica de desarrollar un generador nuclear con tecnología propia, adecuado a las necesidades del mercado. Estamos hablando de 200 o 300 megavatios. Un tamaño adecuado para países que quieren iniciar su programa nuclear o incrementarlo gradualmente

Pero el Carem que se está desarrollando va a ser de 25 megavatios.

–Ese es un prototipo inicial que está desarrollando la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), pero con la información que se genera con ese generador de 25 megavatios, más la experiencia acumulada, ya se está comenzando con los pasos iniciales del diseño del reactor de 200 o 300 megavatios que en definitiva es el que tiene más sentido económico.

¿Qué otros avances están previstos?

–El plan nuclear argentino que está llevando adelante la CNEA tiene cuatro pilares fundamentales. Uno es la terminación de Atucha II, que está en plena marcha y en 2011 comenzaría a operar, y la construcción de una cuarta central que sería Atucha III. Otro pilar es el desarrollo del reactor nuclear Carem con tecnología nacional. Un tercer objetivo es reactivar las tecnologías de enriquecimiento de uranio, porque la mayor parte de los reactores del mundo funcionan con uranio enriquecido, y el cuarto es todo lo vinculado con aplicaciones en medicina nuclear. Como consecuencia de todas esas acciones está la posibilidad de exportar. Por ejemplo, con Invap hemos logrado un lugar de privilegio entre las empresas que exportan centros de investigación nuclear.

¿Hay mano de obra calificada para concretar los proyectos? Muchos técnicos están en edad de jubilarse y los que vienen detrás son muy jóvenes, porque en los ‘90 se había desestimado el desarrollo nuclear.

–La decisión de reactivar la actividad nuclear se tomó justo a tiempo. Si se hubiera esperado unos años más hubiese sido dramático. Los que tienen experiencia todavía están activos. Algunos han tomado la jubilación, pero siguen aportando porque tienen ganas de que se continúen esos proyectos. Se están logrando mantener las capacidades.

¿No hay riesgo de que los más jóvenes sean tentados para emigrar?

–Es una gran amenaza porque a nivel mundial hay una escasez de recursos humanos especializados, pero estamos tranquilos porque al haber avances en el plan nuclear la gente se queda aunque haya sueldos mejores afuera.

¿No hubo fuga de cerebros en los últimos años?

–Prácticamente no, porque hay muchos proyectos. Hay perspectivas muy interesantes y la gente no se va.

¿Argentina puede afrontar todos los procesos relacionados con el ciclo nuclear o depende de tecnología extranjera?

–A diferencia de otras industrias donde se han comprado procesos industriales, en el caso nuclear la estrategia argentina consistió en impulsar desarrollos propios que incluso permitieron incursionar en otras áreas, como la fabricación de satélites y radares. Por ejemplo, Invap después de haber trabajado en el tema nuclear durante más de veinte años, vio la posibilidad de aplicar esos conocimientos en el área espacial.

¿Por ejemplo?

–Somos la única empresa en Latinoamérica que puede fabricar satélites. Nos ocupamos de todo, excepto de la puesta en órbita. En el caso de los radares, ya fabricamos siete que están colocados y para fines de 2011 todo el país va a estar radarizado para el control del tráfico aéreo con radares nacionales. Es una tecnología que se desarrolló íntegramente en la Argentina y se pudo hacer porque el gobierno nacional confió en la materia gris nacional y apostó con hechos concretos. Nuestra expectativa es que esto se prolongue más allá de quien esté a cargo del Gobierno. Queremos que sea una política de Estado.

¿El Estado está en condiciones de financiar el programa nuclear o debe aliarse con el sector privado?

–El Estado ha hecho una inversión grande a través de la CNEA, que ha permitido avanzar y tiene que seguir invirtiendo en desarrollos de frontera porque eso no lo puede hacer una empresa privada. Ni en Argentina ni en ningún otro país del mundo. Todas las investigaciones de punta en tecnologías complejas las pagan los gobiernos. Eso va a tener que seguir siendo así.

Pero hay algunos proyectos, como la construcción del reactor Carem, que se vienen demorando hace varios años, ¿hay recursos suficientes para hacerlo?

–Este Gobierno demostró en los hechos que apuesta por la materia gris. Creó un Ministerio de Ciencia y Tecnología, mejoró los sueldos de los científicos, incorporó gente joven a la CNEA y al Conicet y puso dinero para hacer los proyectos. Hay veces en que uno ve que se habla mucho y se hace poco. En este caso es al revés, se hizo mucho y se comunicó poco.

¿Y por qué se demora el Carem?

–En la década del 90 no hubo una política adecuada. Recién en el 2000 se aprobó una ley que asignaba los fondos para el desarrollo del Carem, pero después vino la crisis. Ahora el proyecto resurgió y todavía está la ventana de oportunidad para hacerlo. La idea es que el desarrollo básico lo haga el Estado. El proyecto va a demorar cinco años. Ahora han sometido el informe preliminar de seguridad a la autoridad regulatoria nuclear. Se espera que el año que viene empiece la obra civil.

Invap fabricó un reactor nuclear que funciona en Pilcaniyeu, ¿qué diferencia hay entre ese reactor y el Carem?

–El reactor que está en Bariloche es de potencia cero, no genera electricidad. Es una herramienta de validación de los conceptos y de la tecnología que se está utilizando para hacer el prototipo del Carem. Si nos largáramos a hacer el prototipo basados nada más que en cálculos correríamos el riesgo de invertir mucho dinero en algo que por ahí no funciona. Esto permite garantizar el funcionamiento con una inversión menor. Lo mismo ocurre con la fabricación de los satélites. Cuando se fabrica un satélite, el que vuela es el satélite propiamente dicho, pero previo a eso se hacen tres satélites más, no completos. Uno para probar el modelo térmico, otro para ver si la estructura va a soportar el momento de despegue, y otro para testear la ingeniería electrónica. Se termina casi con cuatro satélites para hacer uno que vuele. El mismo proceso se puede ver en lo nuclear.

¿Y qué diferencia hay entre el proyecto del Carem y el reactor que vendieron a Australia?

–El Carem es un reactor cuyo objetivo fundamental, acoplado a una central, es producir vapor para mover una turbina y generar electricidad. Como los reactores de Embalse y Atucha, pero más chico y nacional, porque Embalse es de tecnología canadiense y Atucha de origen alemán. Los reactores de investigación, como el que se instaló en Australia, no sólo no producen electricidad, sino que consumen, y el calor que genera la reacción nuclear hay que extraerlo con bombas y torres de enfriamiento. El calor es un estorbo porque son para producir radioisótopos, hacer análisis químicos y dar tratamiento médico a ciertos tipos de cáncer, mientras que en el Carem el objetivo es tener mucho calor para generar electricidad.

‘Hopenhage’, la esperanza que no fue

EL CRONISTA (http://www.cronista.com/notas/216237-hopenhage-la-esperanza-que-no-fue)

Por Mariana García Torres
Vicepresidenta del Ente regulador de agua y saneamiento. Directora por el GCBA

Del 7 al 18 de diciembre se desarrolló en Dinamarca la COP 15, la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Los funcionarios buscaron acordar un documento que reemplace al Protocolo de Kyoto, elaborado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en el año 1998, el cual vence en el 2012.

12 días.192 países. 100 líderes mundiales, 34 mil personas acreditadas, 1500 detenidos, 100 mil millones de dólares y un acuerdo entre pocos. Así fue la tan esperada (y decepcionante) Cumbre de la ONU sobe el Cambio Climático. Números y dólares parece ser lo único que nos ha dejado Copenhague. De aquel discurso inaugural, con el juego de cambiar las letras de la ciudad anfitriona por la de Hopenhague, repleto de justamente esperanza, (del inglés "Hope") a un acuerdo no vinculante, que no establece límite de emisiones y que suspende la fecha límite de 2010 para firmar un nuevo Tratado.

Si bien es en un principio una buena noticia que dos de los países firmantes sean Estados Unidos y China, por las diferencias que estos venían manteniendo, el hecho de no haber conseguido un nuevo tratado evidencia que la tan anunciada ultima oportunidad, ha sido un rotundo fracaso.

El ultimo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) se han documentado y establecido algunos efectos cuyo impacto, más allá de ser inexacto, es ineludible: los glaciares deshelándose, las sequías como consecuencia de la evaporación terrestre y marina, numerosas inundaciones provocadas por intensas lluvias y fuerte crecida en el nivel del mar. Según el informe presentado por la CEPAL en la Cumbre si la temperatura de la Tierra aumenta en 2 grados centígrados, en América Latina la producción agrícola se tornara negativa por la degradación de la tierra y el costo del cambio climático será igual al 137% del PBI de la región. Todos son concientes de las graves consecuencias que el incremento de la temperatura genera. En sus discursos y presentaciones, los líderes mundiales y sus delegados lo han expresado, pero a quedado solo en palabras, sin acuerdo de partes.

El compromiso de los países desarrollados a reducir las emisiones, era claramente la señal que se estaba esperando. Voces expertas han indicado que es quizá la ultima oportunidad de lograr un compromiso, algunos mas escépticos que otros, algunos más llenos de esperanzas que de realidades.

Schumpeter destacó hace más de 70 años la importancia de los descubrimientos y fenómenos tecnológicos en el crecimiento económico, quizá sea tiempo de que la inversión en tecnologías sustentables acompañe ese crecimiento, y se cumpla la teoría del economista austríaco y las generaciones futuras puedan analizar este momento como aquel en una generación que se comprometió por un cambio real. Nos espera, México para el 2010.